viernes, 22 de marzo de 2013

Quinto Chakra: Vishuddha

ÉTER
Asiento orgánico: la Glándula Tiroides


    Siendo el primero de nuestros chakras espirituales, está en sintonía con nuestro ser metafísico y universal. 
    De color azul claro o azul turquesa, y ubicado en la garganta, está relacionado con el elemento éter, que compone los elementos anteriores (tierra, agua, fuego y aire). De acuerdo con la ciencia yóguica el éter constituye el medio comunicante de los diferentes niveles de la existencia, es decir el sonido, así como la voz del absoluto.
    También se asocia con el sentido del oído. Esto explica la importancia de aprender a escuchar esa voz interior que trasciende nuestro sentido de individualidad, que nos muestra nuestro camino en la vida y nos une a nuestra alma, sabia y expansiva. 
    El quinto chakra es el centro energético de la expresión de nuestro ser puro, de la creatividad y de la comunicación que surgen cuando estamos en contacto con los otros chakras y el universo.
    Es, además de la capacidad de expresión de la palabra hablada y de las otras formas de lenguaje que poseemos (corporal, simbólico, escrito, artístico), la verdad de esa palabra. Este chakra permite, junto con la fluidez y naturalidad de expresión, que encontremos nuestro ser más auténtico: nuestra verdad. Cuando esto sucede, tenemos mayor claridad de cuál es nuestro camino en la vida (dharma) y percibimos con claridad un conocimiento intuitivo que nos guía, nos inspira, nos sosiega y conecta con la totalidad.
    En este sentido, y a diferencia del tercer chakra, esta energía activa está más conectada con la trascendencia que con el sentido de individualidad, también necesario para un ego saludable pero que pertenece a un nivel de conciencia inferior. La expresividad se facilita menos como una forma de autoafirmación o influencia en el entorno, que como una manera de soltar el ego y de entrar en conexión con nuestro ser universal.
    Por esto mismo, la creatividad pertenece al quinto chakra, pues implica una forma de conciencia elevada, donde hay una trascendencia momentánea del ego y donde la existencia actúa a través nuestro. La inspiración que nos conmueve a través de la belleza, nos llena de vida y nos mueve a la creación, las nuevas ideas y empresas, los vislumbres de diferentes posibilidades, la necesidad de expresar nuestro mundo interior, de vivir sólo en el presente, están relacionadas con el despertar de esta energía.
    El quinto chakra nos ayuda que tengamos una conexión entre nuestro ser físico y metafísico. Nos ayuda a ser más conscientes de nosotros mismos, de la naturaleza holística de nuestro ser, y observar nuestra mente, emociones, actos, palabras y principios de vida. Este chakra nos ayuda a conocernos de forma tal que podamos contrarrestar nuestras tendencias, mentales, físicas o emocionales que nos desequilibran, siempre en favor de la conciencia cósmica. Vishuddha quiere decir en sánscrito purificación y hace referencia a una mirada más clara (junto con una limpieza de cuerpo y alma) que nos acerque a la verdad de nuestro ser universal, la dicha y la armonía incondicionales.
    Esta claridad nos permite también estar en contacto con nuestra propia alma (esa parte de nosotros que es sagrada y que posee un conocimiento cósmico) y de esta manera comprendemos mejor qué queremos. Esta facultad de percibir con lucidez y sin los prejuicios, apegos o rechazos del ego (o de nuestra historia personal), nos permite mirarnos a nosotros mismos, cambiar esquemas de pensamiento que nos alejan de nuestro equilibrio y realización espiritual y algunas veces incluso cuestionar completamente las creencias y sistemas de valores que dieron forma a nuestra vida e identidad.
    Empezamos así a vivir en un plano más sutil, con mayor honestidad hacia nosotros mismos y lo que mostramos de nosotros, atención permanente que nos ancla al momento presente y nos permite estar arraigados pero abiertos al entorno, la creación, la belleza y la sabiduría. Este nivel de conciencia que el yoga identifica como más elevado, nos lleva a tener una aproximación más filosófica y espiritual de la existencia.
    El quinto chakra implica una purificación de nuestra mirada, que muchas veces nos lleva a ser críticos pero sin cerrarnos: la originalidad de nuestra mirada no puede llevar a una rebeldía que se vuelva un dogma. Precisamente, una cualidad de esta energía es la ausencia de prejuicios, por lo cual los dogmas son una forma de estancamiento que impide el desarrollo.
    Vishuddha chakra es una curiosa mezcla entre un crecimiento permanente y una completa confianza en lo que se es y en la inspiración del momento, a sabiendas de que somos parte de un infinito y que somos aún imperfectos. Nos amamos y aceptamos como somos y donde estamos, porque también desde aquí podemos entrar en contacto y expresar nuestra verdadera esencia. Estamos interesados en escuchar, ver y aprender, porque podemos aprender permanentemente de todas las situaciones, personas, formas de conocimiento, religiones o culturas.
    La capacidad de abrirnos a diferentes cosmovisiones, de tener una mirada auténtica y una postura independiente con respecto a las creencias compartidas y convenciones, y la creatividad que implica acción por fuera de los temores, pensamientos o prejuicios del ego son parte de este chakra. También el baile, la música, el canto, la pintura y los ejercicios de escritura para hacer aflorar la creatividad son una hermosa manera de entrar en contacto con lo sagrado.

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