viernes, 22 de marzo de 2013

La conciencia requiere de mucho más que del funcionamiento del cerebro

La consciencia es uno de los temas más complejos en el estudio de la fisiología cerebral.
A pesar de las diferentes teorías no se han logrado explicar los mecanismos neuronales precisos que tienen lugar en el proceso de la consciencia.

Hipótesis: Las neuronas son receptores cósmicos. Nuestra voluntad e intencionalidad las sintoniza.

Carl Sagán

Es un hecho comprobable que existe un sustrato anatómico y neurobiológico requerido para el desarrollo y manifestación de la conciencia, lo cual viene avalado por el hecho de que lesiones encefálicas como traumatismos craneoencefálicos, hemorragias, infartos cerebrales, tumores o tóxicos pueden dar lugar a un trastorno de la consciencia por afectación de las estructuras neuronales y/o de la función neuroquímica.

Sin embargo aunque es necesaria la concurrencia del tejido nervioso en la elaboración de la consciencia, hay autores cuya opinión pone de relieve que esta actividad no se reduce a la función anatómica.

El límite entre la materia y la energía

El neurofisiólogo Rodolfo Llinás afirma que el tálamo, que está conectado a diferentes regiones de la corteza cerebral, sostiene un “diálogo” continuo entre sus propias neuronas y las neuronas de la corteza cerebral, de tal manera que se produce una oscilación que se expande y se transmite mediante un “barrido” desde la corteza frontal hasta la corteza occipital cada 12.5 milésimas de segundo.

Esta dinámica está basada en los potenciales de acción y en el paso del estado polarizado al despolarizado de millones de neuronas que se ponen en acción en este tiempo.

Esto quiere decir que las experiencias de la realidad se integran en ese brevísimo lapso de tiempo en la corteza frontal, en la corteza parietal, en la corteza occipital, etc.

Llinás postula que este barrido es el que nos permite tener unificadas todas estas experiencias polisensoriales y el que nos da la sensación de continuidad y de unidad del mundo externo.


Hay medidas hechas con el llamado magnetoencefalógrafo que puede registrar los campos magnéticos de las células nerviosas, los cuales son muy débiles. Registra las fluctuaciones de voltaje debidas a las corrientes eléctricas que fluyen a través de las membranas de las neuronas. Este aparato ha mostrado que el intervalo mínimo de tiempo en el cual se pueden percibir dos eventos en el mundo externo, lo que se llama el cuanto psico-físico, dura 12.5 milésimas de segundo 10 .

(10) Chimal C. La experiencia consciente y la integración de la realidad: http://eclipse.red.cinvestav.mx/publicaciones/avayper/julago/chimal.pdf .

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