Esta activación puede estar motivada por estímulos sensitivos y sensoriales que originan impulsos en la propia Corteza Cerebral así como estímulos que pueden originarse en el Cíngulo, el Hipocampo, el Hipotálamo y Ganglios Basales.
¿Cómo es posible que los cambios iónicos que se producen en las membranas de las células nerviosas y los fenómenos bioquímicos de los impulsos nerviosos originen la Consciencia con todo lo que representa?
No hay una explicación neurocientífica definitiva de cómo se produce la Consciencia a pesar de que existen partes anatómicas en el encéfalo que intervienen en la elaboración de la misma.
Comenta Zagmutt que “llegar a formular una teoría explicativa de la consciencia equivaldría a develar el mayor misterio de las ciencias humanas y biológicas. Lamentablemente aun no estamos en condiciones de llegar a tal formulación teórica” 2.
Uno de los primeros que situó en la consciencia el problema del alma inmaterial e inmortal fue el dualista interaccionista John Eccles; incluso le asignó un lugar en el cerebro, como antes lo había hecho Descartes con el Alma.
El lugar desde el que, según la metáfora que él usó, el piloto conduce el cuerpo humano 4 . Este Premio Nóbel conocía bien los avances de las ciencias cognitivas para explicar las operaciones de la mente. Sin embargo Eccles declaraba inexplicable la consciencia subjetiva que tenemos de nuestras operaciones mentales. Esta vendría a ser la esencia misteriosa del Alma Espiritual.
Así, el dualismo de Eccles se oponía a cualquier intento científico por reducir la consciencia a la actividad neuronal 4.
Chalmers viene a coincidir con Eccles al afirmar también la irreductibilidad de la consciencia a actividades neuronales 4. Chalmers comenta: “contra el reduccionismo defenderé que las herramientas de la neurología no pueden proporcionar una explicación completa de la experiencia consciente, aunque tengan mucho que ofrecer” 5 . “Sin embargo, explicar la consciencia subjetiva constituye el “problema duro”, pues aunque lleguemos a localizar y describir los grupos de neuronas que reciben o componen las sensaciones, siempre nos seguirá resultando difícil explicar por qué y cómo esa activación llega a producir la experiencia subjetiva que tenemos de los colores, sonidos, gustos, etc., así como de nuestro mundo interior, sentimientos, etc” 4.
Para Chalmers la ciencia de la consciencia deberá aspirar a encontrar un paralelismo entre dos series de datos: una la de los fenómenos que observan y describen los neurólogos desde el exterior, y, por otro lado, la de nuestras experiencias, que son sólo objeto de descripciones en primera persona. Este paralelismo queda descrito en su tercer principio para una teoría informacional de la consciencia, el principio del doble aspecto: “hay un isomorfismo directo entre ciertos espacios informativos físicamente encarnados y ciertos espacios informativos fenoménicos. Podemos encontrar la misma información abstracta grabada en el procesamiento físico y en la experiencia consciente” 4.
Chalmers también asigna a la ciencia de la consciencia la tarea de dar cuenta de cómo ciertas micro estructuras y micro dinámicas neuronales pueden producir efectos macro estructurales y macro dinámicas neuronales. Pero a diferencia de las teorías emergentistas, mantiene la distinción irreductible entre estas macro dinámicas colectivas y la experiencia subjetiva, por lo tanto no se puede hablar de producción de la consciencia como definen los emergentistas 4 .
Damasio, desde una teoría naturalista y biológica critica esta separabilidad entre cerebro y consciencia. John Searle es un ilustre representante de lo que denomina “naturalismo biológico” y defiende el carácter biológico de la mente y la consciencia. Según estos autores la mente y la consciencia sólo pueden entenderse y simularse si incluimos los fenómenos que están subyacentes, esto es, su base biológica o somática 4.
Francis Crick y Christof Koch han propuesto que la consciencia dependería de descargas electroquímicas sincronizadas de las neuronas corticales a una frecuencia de 40 Hz. Daniel D. Dennet postula que existe una combinación de numerosos procesos independientes que producen una respuesta coherente a un suceso percibido 5.
Roger Penrose es uno de los pensadores más originales y creativos de la actualidad. Es uno de los físicos más importante que ha trabajado en Relatividad General desde Einstein. Para Penrose tiene que haber algo de naturaleza no computable en las leyes físicas que están por venir. Este argumento tiene como base el ya famoso teorema de Gödel que implica que la indemostrabilidad formal de una cierta proposición matemática es señal de que de hecho es verdadera. De ahí concluye Penrose que nuestro pensamiento, al menos nuestro pensamiento matemático, tiene componentes no computables. Si se admite que existen procesos físicos no computables, hay que ver cómo el cerebro podría hacer uso de éstos. En primer lugar, Penrose cree que existe una relación directa entre esta no computabilidad y el puente entre el nivel cuántico y el nivel clásico que a su vez se relaciona con el proceso de medida cuántica. Por lo tanto, habría que buscar un lugar en el cerebro que pueda aprovechar los efectos de coherencia cuántica para acoplarlos a la actividad neuronal que se observa a gran escala en el cerebro. El lugar más probable parece ser los microtúbulos de Stuart Hameroff y sus colegas de la Universidad de Arizona, que forman parte del citoesqueleto celular 5 .
El filósofo Joseph Levine dice que existe una laguna en la explicación que relaciona los procesos físicos neuronales y la consciencia. Además el físico Steven Weinberg afirma que pese a la potencia de la teoría física, la existencia de la consciencia no parece derivarse de sus leyes. Seguramente al final se podrán acabar explicando los correlatos neuronales de la consciencia, pero eso no es explicar la consciencia misma 5.
El físico y teólogo John Polkinghorne en su libro Ciencia y teología comenta: “La consciencia parece ser un fenómeno tan diferente de otros fenómenos perceptibles en el mundo físico que debe ser algo muy especial. En cuanto a su organización física, puedo discernir con claridad que se trata de ideas tradicionales de la Física organizadas en sistemas más complejos. Pero tiene que haber algo más, algo cuya naturaleza sea completamente diferente de las otras cosas que son importantes en la forma que funciona el mundo. Algo que aunque se use ocasionalmente, tenga una organización tan refinada que se aproveche de la organización de estados y la canalice con el objetivo de hacernos funcionar, pero que muy raramente se aproveche en los fenómenos físicos de manera útil” 7 .
La consciencia permite vivir los procesos mentales en un instante en que se percibe todo como una experiencia unificada. Hay un ensamblaje en donde se ponen en juego la entrada visual, el área auditiva, los receptores de la sensibilidad táctil y dolorosa, la vía olfatoria, los mecanismos de comprobación del espacio en donde se mueve el sujeto, la memoria, el entendimiento, los actos volitivos, la atención y las emociones. Y todo ello tiene representaciones en diferentes zonas de la corteza cerebral. ¿Cómo es posible que todos los fenómenos mentales se unan en un instante?
El Dr. Róger Sperry ganó el Premio Nobel en 1981 por sus estudios sobre las funciones especializadas del cerebro humano.
Comprobó que los hemisferios cerebrales participan en diferentes experiencias. La habilidad de hablar, caminar o comer son comunes, pero no las funciones cerebrales superiores. Se observaba afectación de la coordinación y dinámica interhemisférica: ocurrían contradicciones en las acciones bimanuales; ocultando las manos a la vista podía ocurrir que una mano no conociera lo que hacía la otra 8 .
Después de una separación quirúrgica de los hemisferios cerebrales, el aprendizaje y la memoria no se afectan y cada hemisferio permite sentir y percibir de forma independiente. Estudios posteriores han demostrado que el hemisferio derecho está involucrado con la expresión no verbal, la intuición, lo espontáneo, recitar poemas, melodía de canciones, discriminación de colores, hacer juego de objetos con imágenes, emparejar palabras con un significado, dibujar y manipular objetos, la expresión a través de la cara, la voz, gestos corporales, respuesta a instrucciones demostradas, visualización, recordar caras-formas-melodías-imágenes complejas-historias-eventos emocionales, soñar despierto, imaginar, crear y descubrir. Por otra parte el hemisferio izquierdo se relaciona con la expresión verbal, la utilización de palabras para nombrar-describir-definir, la asociación de colores con objetos, pensar con palabras, la utilización de símbolos para nombrar las cosas, deletrear palabras, organizar, expresión a través del lenguaje, respuesta a instrucciones verbales, cálculo y análisis matemático, recordar nombres, hechos, días y secuencias motoras complejas.
Resumiendo se puede decir que en el hemisferio derecho se desarrollan aquellas funciones que requieren una visión intelectual sintética de muchas cosas a la vez, y en el izquierdo se desarrollan la funciones que precisan un pensamiento analítico y elementalista. La conexión de ambos hemisferios permite una función globalizadora, sistemática y continua, que discurre prácticamente en simultaneidad 9
Referencias bibliográficas
(2) Zagmutt A, Silva J. Conciencia y autoconciencia: Un enfoque constructivista. Revista Chilena de Neuropsiquiatría. 1999; año 53, 37: 1.
(3) Fernández Burillo S. Curso de filosofía elemental: http://www.arvo.net
(4) Carreras A. Melodías neuronales: http://www.zendodigital.net
(5) Chalmers D J. La conciencia. Investigación y ciencia. 233-Febrero-1996
(6) Damasio AR. Creación cerebral de la mente. Investigación y ciencia. 280-Enero-2000
(7) Polkinghorne J. Ciencia y teología. Sal Térrea. 2000.
(8) Rehermann C. Mitad más mitad es igual a mitad. http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Rehermann/Sperry.htm
(9) Guirao M, Guirao-Piñeyro M, Morales-Hevia Mª M. Anatomía de la consciencia. Neuropsicoanatomía. 2ª Ed. Masson, S.A. 1997.
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